En lo que va de a?o, al menos 112 ni?os han sido raptados por uno de sus progenitores, seg?n los datos de sustracci?n internacional de menores oficiales del Ministerio de Justicia. Hasta mediados de junio, Espa?a ha reclamado a otros pa?ses la devoluci?n de 71 ni?os sacados del pa?s, mientras que Espa?a ha sido requerida en 41 casos de ni?os tra?dos aqu? desde el extranjero.
El secuestro internacional de menores es un fen?meno que va en aumento, a?o tras a?o, por el auge de las separaciones de matrimonios binacionales en plena crisis econ?mica. De 2008 a 2013 se han denunciado 1.166 casos en Espa?a, casi los mismos que en toda la d?cada anterior (1.205).
Cuando Espa?a empez? a legislar contra el rapto de ni?os por uno de sus progenitores ?el delito entr? en el C?digo Penal en 2002? el sustractor era principalente un padre que, sin tener la custodia de los menores, se negaba a devolverlos tras una visita. Ahora hay otro caso a?n m?s frecuente, el de las madres que ?ostentando la custodia? son denunciadas por llevarse a los ni?os fuera del pa?s sin el permiso del padre.
A?n tenemos en la retina las im?genes de desesperaci?n de dos madres espa?olas, Isabel y Elena, en el momento en que los jueces determinaron que sus hijos deb?an volver a M?xico y Portugal, respectivamente.
Basta dilatar los procesos, demostrar el arraigo del menor y muchos ni?os terminan por no ser devueltos Ana Criado, mediadora familiar, explica con un ejemplo paradigm?tico el cambio del perfil de sustractor a sustractora: "Soy una espa?ola, me voy de Erasmus, me enamoro de un italiano, nos vamos a vivir a Dubl?n, ?l encuentra trabajo maravilloso, yo me siento desenganchada en un pa?s que no es el m?o, en el que no est? mi n?cleo de amistades. La otra parte est? trabajando como un poseso, porque es dif?cil prosperar. Me vengo de vacaciones a Espa?a y me pregunto. ?Qu? hago en Dubl?n? Hablo con mis padres y veo lo desgraciada que soy. Entonces decido que me quedo porque estoy con mis hijos y con el resto de la familia".
La crisis, la falta de oportunidades laborales y el desarraigo influyen en el aumento de la sustracci?n de menores, insiste esta experta. "El fallo est? en que las parejas no se plantean a tiempo?c?mo afrontar la separaci?n y pactar un adecuado r?gimen de visitas que no vaya en detrimento de los derechos del menor", explica Criado, que se dedica profesionalmente a intentar solucionar conflictos familiares a posteriori.
El Convenio de La Haya, de 1980, obliga a los pa?ses firmantes (unos 80) a la restituci?n del menor al Estado de residencia habitual para asegurar la protecci?n del derecho de visita. Los pa?ses adheridos se comprometen a crear una autoridad central que aglutina la burocracia necesaria para tramitar la devoluci?n de un menor. Los ?ltimos pa?ses en sumarse han sido Jap?n y Marruecos, este mismo a?o.
El convenio impone un l?mite de un a?o para restituir al menor, que no siempre se cumple. "En la mayor?a de los casos basta dilatar los procesos para traspasar esa frontera temporal, demostrar el arraigo del menor en el nuevo pa?s, y as? muchos ni?os terminan por no ser devueltos", resume Ana Criado.
El abogado Adolfo Alonso ?expresidente de la Asociaci?n para la Recuperaci?n de ni?os sacados de su Pa?s? considera que algo no se est? haciendo bien si no se logra atajar el n?mero de secuestros parentales. A su juicio, urge firmar acuerdos bilaterales con pa?ses no adheridos a La Haya. Adem?s, reclama una reforma del C?digo Penal "para que no haya distinci?n si quien comete el rapto tiene o no la custodia del menor". Actualmente se considera delito (con penas de 2 a 4 a?os de prisi?n) la sustracci?n internacional cometida por un progenitor que no tiene la custodia, mientras que se considera falta por incumplimiento del deber de visitas si quien se lleva al menor tiene su custodia legal. Hasta donde Alonso sabe, en Espa?a nadie ha entrado en prisi?n por raptar a sus hijos.
Angela Cerrillos, presidenta de la Asociaci?n de Mujeres Juristas Themis, explica que el incremento de mujeres entre las denunciadas -que supera por poco al de los hombres- se debe a que son ellas las que ostentan en el 85% de los casos las custodias y se llevan en sus traslados a los menores, que consideran su responsabilidad. Sin embargo, advierte de que aunque solo cometan una falta por incumplimiento del deber de visitas, el traslado inconsentido de pa?s puede suponer para las mujeres la p?rdida de la custodia.
Las cr?ticas de Cerrillos se centran en la falta de apoyo a los espa?oles que reclaman menores en otros pa?ses. La abogada explica que cuando un ciudadano de EE UU viene a demandar la devoluci?n de su hijo, Espa?a pone a su servicio a la abogac?a del Estado, "que la pagamos todos", mientras que un espa?ol o espa?ola que va a EE UU a iniciar los tr?mites de devoluci?n de un menor tiene que contratar los servicios de un abogado. "Deber?a exigirse el principio de reciprocidad", a?ade.
Pese a tratarse de un fen?meno atemporal, Cerrillos alerta de la cercan?a del periodo vacacional, m?s proclive para la no restituci?n de un menor tras una salida del territorio nacional. En caso de detectar la desaparici?n, su recomendaci?n es "pedir cuanto antes la restituci?n del menor a trav?s de la autoridad central, porque el tiempo corre en contra".
Antonio Blanco, tres a?os reclamando que su hija, Isabel Shiori, vuelva de Jap?n
Antonio Blanco lleva tres a?os peleando por la restituci?n de su hija Isabel Shiori, de 6 a?os. Su madre la llev? de vacaciones a Jap?n y nunca regresaron. Antonio explica que en estos tres a?os lo ha intentado "todo" para recuperar a su hija, "pero sin ?xito". Y eso que el Ministerio de Justicia admiti? no haber transmitido la orden que imped?a a su mujer sacar a la ni?a del pa?s. Le indemnizaron con 3.000 euros, un dinero que no compensa su gran p?rdida.
"Este pa?s es medio de risa. Se puede salir con un menor con una tranquilidad salvaje", denuncia. "En otros no pasa, no dejan salir a un menor solo con un progenitor sin el permiso del otro". Blanco explica que la sustracci?n de su hija le ha tra?do "episodios de insomnio, temporadas de rabia y de depresi?n". Eso por no hablar de las dificultades laborales que le ha supuesto tener que pasar en Jap?n seis meses para litigar por un r?gimen de visitas que le permitan ver crecer a Isabel Shiori.
En Jap?n, Antonio lleg? a un acuerdo con su ex que, "ella incumple sistem?ticamente". La madre est? obligada a pagar a Antonio 50.000 yenes cada vez que incumple el r?gimen de visitas. "Me debe ya 200.000". Con todo, este padre prepara el viaje para ir en verano a Jap?n, esperando poder pasar tiempo con su hija, a la que ni siquiera dejan ver por Skype.
No hay comentarios:
Publicar un comentario