“Lo importante es salir bien librados de esta Isla (Córcega), porque desde que estemos en Niza ya será otra carrera”, Andrey Amador.
Francia. El ciclista costarricense Andrey Amador (Movistar Team) tuvo un buen arranque en la dura y violenta primera etapa de la edición 100 del Tour de Francia.
Tras cruzar un laberinto de calles estrechas y múltiples curvas, el tico ingresó a la meta en el puesto 119, con el mismo tiempo que se le anotó al ganador de la jornada, Marcel Kittel (Argos Shimano) con 4:56:52, registro que también se le colocó al resto de los integrantes de un pelotón que registra un total de 198 dorsales.
El nacional ya había adelantado, en la edición de ayer de Al Día, que los 213 km entre Porto Vecchio y Bastia eran complicados y requerían de atención máxima.
Sin embargo, no pensaba que esa peligrosidad fuese tan alta y que pusiera en aprietos a corredores importantes de cara a la clasificación general individual.
Por ejemplo, durante los 15 minutos que los ciclistas pedalearon de forma controlada, Chris Froome (SKY) se pegó un susto que le dejó varios raspones.
Eso hizo que los ruteros entraran en razón y durante la mayor parte del recorrido todos los equipos se dedicaron a controlar, pensando en que lo mejor es salir bien librados de la Isla de Córcega, donde correrán hoy y mañana.
“Fue una etapa muy dura, muy complicada, de mucha tensión y pudimos librar el día de hoy (ayer) que era lo más importante, salir airosos de los primeros días que son de peligro”, manifestó Amador minutos después de cruzar la meta en Bastia.
El pedalista aún no salía del asombro, pues la jornada resultó ser caótica para muchos, incluido Alberto Contador (Saxo Tinkoff), quien permaneció más de diez minutos en una camilla.
“Vio lo que fue esto, una etapa con muchísimas caídas, muchos nervios, con un corte antes, se hablaba de que se había anticipado la meta unos tres km y al final no y eso es lo que le añade a estos primeros días mucha tensión”, expresó el costarricense.
Era previsible que las caídas estuvieran a la orden del día. Del equipo de Amador, Rui Costa fue el único que tuvo un infortunio, pero al parecer, con hielo, su muñeca desinflamará.
“Las caídas son parte de esto, de hecho, yo estaba muy cerca de la caída, por poquito me agarra la caída, pero lo importante es que no pasó. Y ya es borrón y cuenta nueva. Ahora a pensar en el segundo día, que será parecido a esta etapa del arranque”, destacó.
En la segunda fracción de la Grande Boucle, Amador y demás corredores tendrán que volar rueda y pedal sobre 156 km entre Bastia y Ajaccio, a partir de la 1:25 p.m. en Francia (6:25 a.m. hora costarricense). Habrá cuatro subidas puntuables.
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